La limpieza y la higiene siempre han sido aspectos fundamentales en los negocios, pero ahora con la llegada de la pandemia del COVID-19 se ha vuelto un aspecto imprescindible.
El flujo diario que reciben los negocios no solamente nos deja suciedad sino que si no podemos ventilar adecuadamente puede dejar olores indeseables o propiciar la aparición de gérmenes.
Desde hace un tiempo ya podíamos ver las máquinas de ozono funcionando en algún que otro local, pero el 2020 se ha convertido en el año de este gas, ya que no solamente es ideal para grandes superficies como hospitales o fábricas ni para nuestros domicilios sino que es el aliado de los pequeños comercios, te contamos porqué:
1. Adiós olores incómodos
Da igual de lo que sea nuestro negocio, siempre tendremos la necesidad de que huela a fresco y a limpio. Los bares quizás son los negocios que más necesidad de un buen anti-olores tienen,no ya solamente por la concentración de gente sino porque en sus cocinas no siempre los extractores consiguen resultados al 100%.
La mezcla entre el olor de los diferentes platos servidos, un pan que se ha chamuscado, las diferentes colonias de los clientes y el olor de los servicios puede hacer que hasta el restaurante con más categoría no reciba nuevos clientes por el mal olor.
En este caso podemos encontrar ozonificadores que funcionan como si de un ambientador se tratase. La gran ventaja de este tipo de gas es que no enmascara los olores como pasa con los ambientadores, que al final terminan cubriendo solamente parte del olor y haciendo un ambiente enrarecido.
Podremos tener un ozonificador que a cierta hora suelte una dosis totalmente inocua para los trabajadores y para los clientes y que elimine al cien por cien todas las bacterias causantes del mal olor.
En los negocios de textiles pasa básicamente lo mismo, pero con la ropa que se prueban los clientes. Esta aunque dure solamente dos minutos encima de sus cuerpos termina absorbiendo el olor de las colonias y los desodorantes.
No podemos llevar a lavar una prenda cada vez que se la prueban porque terminaremos estropeando esta y haciéndola inútilpara la venta. Por ello tener un ozonificador nos ayudará a dejar nuestras prendas como si las hubiésemos puesto en la percha hoy mismo.
2. Desinfección al 100%
En muchas ocasiones por mucho que nos afanemos en limpiar no podemos conseguir una desinfección total. Las prendas delicadas, los cojines o sofás en los que descansan nuestros clientes o las alfombras…
Son objetos delicados que no podemos estar sometiendo a diario o varias veces al día a productos químicos de limpieza. Ya que terminarían descoloridos, desgastados y que, sobretodo con sofás o alfombras no es tan sencillo limpiar.
Con una máquina de ozono nos aseguramos de que las superficies que están en contacto diario con el exterior y con cientos de clientes se encuentren totalmente desinfectadas y libres de bacterias y gérmenes.
Y además sin poner en riesgo su calidad ni tener que estar enjuagando constantemente para que no quede ningún resto de químicos.
3. Estéticamente perfectos
Las máquinas de ozono son aparatos manejables y pequeños, y vienen con un diseño bonito para que en nuestro negocio no tengamos un armatoste que estropee su estética. Por ello es mejor contar con ellas que con doscientos aparatos de limpieza, ambientadores, velas, etc.
4. Económicamente la mejor opción
Si sumamos todo lo que nos vamos a gastar en tintorerias,en productos de limpieza o en sustituir telas antiguas, contar con un ozonificador es la mejor solución para nuestro bolsillo.
5. Adiós al miedo
Si por algo se ha caracterizado este año es por el miedo a contagiarse de COVID-19 y la gran ventaja de los ozonificadores es que son capaces de eliminar virus del ambiente. Por ello los clientes cuando entran en un negocio desinfectado a base de ozono se sienten más protegidos.